Laguardia es un pueblo que está situado en un cerro que corona la llanada de la Rioja Alavesa. Y, además, la villa cuenta con una muralla que data del siglo XIII y que rodea todo el perímetro del casco antiguo.
¡Precisamente por eso Laguardia tiene un aura de fortaleza infranqueable que la hace un pueblo especial!
Conociendo la muralla de Laguardia

Primero: Laguardia era una villa de considerable importancia comercial, y la necesidad de crear una muralla al rededor del pueblo fue propiciada por las guerras fronterizas entre reinos de hace siglos.
Fue Sancho VII ‘el Fuerte’ (1194-1234) quien propuso fortificar la villa de Laguardia tomando su propio cerro y el castillo de Don Sancho Abarca como referencia. Dicho castillo se encontraba en el recinto que hoy en día pertenece a la escuela de Laguardia, en el norte de la villa.
La muralla que se erigió fue hecha de roca arenisca, principalmente con sillares y sillarejos tallados. Además, se construyeron 8 torres de planta rectangular y 2 torres fortificadas: la torre Abacial y la de la iglesia de San Juan.
Las puertas de la muralla
Originalmente, la muralla contaba con 4 portones de entrada a la villa, y posteriormente se abrió una nueva puerta, la de las carnicerías. He aquí unas fotos actuales de dichas puertas:





La puerta que más interés arquitectónico e histórico presenta es la de San Juan, por ser una bella puerta gótica de entrada a la villa bajo la iglesia con arco apuntado.
La muralla hoy en día

Aunque hay muchos restos bien conservados de la muralla original de Laguardia, la propia fortificación ha sufrido muchos cambios en los últimos siglos, y la mejor zona para apreciar la muralla es el este de la villa, en torno al portal de las Carnicerías.
Durante la Guerra de la Independencia, el marqués de Barriolucio ordenó destruir buena parte del amurallado original, para evitar que los franceses pudieran enrocarse en el interior de Laguardia.
Igualmente, en las guerras Carlistas la muralla también sufrió graves daños y parte de ella fue demolida. Y, además, en los últimos siglos varias viviendas se adosaron al recorrido de la muralla… Eso sí, los torreones se han conservado.