Laguardia es la localidad con más importancia histórica y económica en el desarrollo de la Rioja Alavesa y su viticultura.
Y una de las más evidentes muestras de ello es su extensa red de calados, que es la más grande de la zona.
Vamos, que aunque no haya ningún mapa que lo documente con precisión, podemos asegurar que el cerro de Laguardia es un queso por debajo…
Dichos calados pertenecen, en su gran mayoría, a bodegas y familias de Laguardia, que excavaban su propio calado bajo su vivienda.
Y estás de suerte, ¡Porque muchos de esos calados son visitables!
Un Patrimonio Oculto

Laguardia está situada sobre un cerro que corona la Rioja Alavesa. Y tanto la propia Rioja Alavesa como el cerro en el que se asienta Laguardia tienen roca caliza en el subsuelo.
Dicha roca es conocida por ser fácil de labrar y eso posibilitó que se crearan los calados del cerro de Laguardia.
Ahora, Laguardia tiene una curiosidad añadida:
En Laguardia eso no era tan fácil, precisamente porque el propio pueblo se asienta sobre un cerro amurallado que tenía su superficie muy limitada.
Y eso propició el que los habitantes excavaran bajo sus viviendas en el propio cerro para poder tener ese espacio de almacenamiento.
Claro: eso es algo que se hacía en toda la Rioja Alavesa, pero en Laguardia se hizo en una mayor medida por la falta de espacio.
Experiencias para Visitantes
Si vienes a Laguardia, una visita a un calado es de obligatorio cumplimiento. Y aquí te lo ponemos fácil, porque hemos recopilado unos cuantos calados que son visitables en el propio casco antiguo de Laguardia:
- El calado de la Hospedería los Parajes: un calado convertido en bar donde podrás tomar una copa de vino junto con una degustación.
- El calado de la Bodega Primicia: un calado en el que te harán una visita guiada y cata de vino.
- El calado de la Bodega El Fabulista: otro grande calado con visita guiada y cata.
- El calado de la Bodega Carlos San Pedro: una visita guiada en la que aprenderás sobre la elaboración del vino, junto a una posterior cata.
- El calado de Cueva Dorretxe: visita guiada tanto al calado como por las calles de Laguardia y cata de vino.
Consejos para la Visita
- Reserva con Anticipación: Dada su popularidad, es recomendable reservar las visitas con antelación.
- Calzado Cómodo: Las bodegas pueden ser resbaladizas, por lo que es importante llevar calzado adecuado.
- Diversidad de Bodegas: Cada bodega tiene su propia historia y especialidad, por lo que visitar más de una enriquece la experiencia.
- ¡Abrígate! Los calados tienen la principal función de conservar el vino, y, claro: son lugares bastante fríos.
Conclusiones
Visitar las bodegas subterráneas de Laguardia es una experiencia única, que ofrece una ventana a la historia, tradición y arte vinícola de esta encantadora ciudad. Estas bodegas no solo revelan secretos del pasado, sino que también continúan siendo un componente vital en la elaboración del renombrado vino de La Rioja.
Para los amantes del vino y aquellos interesados en la historia y cultura de la Rioja Alavesa, una visita a las bodegas subterráneas de Laguardia es una actividad que no se puede perder.