Introducción
La Rioja Alavesa es una comarca única, famosa por sus paisajes vinícolas, pero también por sus pueblos pintorescos. Aquí, los visitantes pueden sumergirse en una historia rica y una cultura vinícola sin igual.
Laguardia: La Joya de la Corona
Laguardia es, sin duda, uno de los pueblos más encantadores de la Rioja Alavesa. Ubicado en una colina, este pueblo medieval está rodeado de murallas y su suelo alberga numerosas bodegas subterráneas. Caminar por sus calles empedradas es como hacer un viaje en el tiempo.
Elciego: Modernidad y Tradición
Elciego es famoso por su espectacular Hotel Marqués de Riscal, diseñado por Frank Gehry. Este pueblo combina arquitectura contemporánea con tradición vinícola. Su casco antiguo, con calles estrechas y bodegas centenarias, es igualmente encantador.
Labastida: Historia y Vinos
Labastida destaca por sus «calados», bodegas subterráneas utilizadas para la crianza del vino. Este pueblo ofrece una fascinante mezcla de historia y actividades enoturísticas. Cada rincón de Labastida está impregnado de una rica herencia cultural.
Villabuena de Álava: Encanto Rural
Villabuena de Álava, rodeado de viñedos y montañas, ofrece un ambiente tranquilo y relajado. Este pintoresco pueblo es perfecto para desconectar y disfrutar de la belleza natural de la región, junto con su notable iglesia parroquial gótico-renacentista.
Samaniego: Belleza Panorámica
Samaniego, situado en lo alto de una colina, ofrece vistas panorámicas de los viñedos circundantes. Con su casco antiguo de calles empedradas y casas de piedra, es un destino ideal para los amantes del vino y la naturaleza.
Elvillar: Paz entre Viñedos
Elvillar es un remanso de paz en el corazón de la Rioja Alavesa. Con su iglesia parroquial del siglo XVI y un puente medieval, este tranquilo pueblo es perfecto para paseos entre viñedos y visitas a bodegas familiares.
Conclusión
Estos pueblos de la Rioja Alavesa no solo son hermosos por su arquitectura y paisajes, sino también por su profunda conexión con la cultura del vino. Visitarlos es adentrarse en un mundo donde la historia, la gastronomía y el vino se entrelazan de manera excepcional. Cada uno de estos pueblos ofrece una experiencia única que no debe pasarse por alto en una visita a esta región vinícola de España.